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Debemos regocijarnos en la Palabra de Dios

“9 Entonces Nehemías, que era el gobernador[a], y Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que enseñaban al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Este día es santo para el Señor vuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la ley. 10 También les dijo: Id, comed de la grosura, bebed de lo dulce, y mandad raciones a los que no tienen nada preparado; porque este día es santo para nuestro Señor. No os entristezcáis, porque la alegría del Señor es vuestra fortaleza. 11 Los levitas calmaron a todo el pueblo diciendo: Callad, porque el día es santo, no os entristezcáis. 12 Y todo el pueblo se fue a comer, a beber, a mandar porciones y a celebrar una gran fiesta[b], porque comprendieron las palabras que les habían enseñado.” – Nehemías 8:9-12

A medida que Esdras leía y explicaba la Palabra…

la reacción de la asamblea fue de convicción y tristeza. Lloraron por causa de sus pecados, «porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado» (Romanos 3:20). La ley no salva; sólo nos da el conocimiento de nuestra necesidad de salvación y entonces nos encamina a Cristo Jesús el Salvador (Gálatas 3:24). Los judíos acababan de observar el Día de la Expiación, y el Señor ya había tratado sus pecados (Levítico 16); por tanto, ellos deberían estar regocijándose en el perdón de sus pecados. En el calendario judío, la fiesta de los tabernáculos sigue al Día de la Expiación, lo que le daba al pueblo de Dios toda una semana de feliz celebración (Levítico 23:26-44).

La secuencia es importante: primero viene la convicción, luego la purificación, y después la celebración. La Palabra de Dios produce convicción y lleva al arrepentimiento, pero también nos trae gozo; porque la misma Palabra que hiere también sana. «Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón, porque tu nombre se invocó sobre mí» (Jeremías 15 :16) . «Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón» (Salmos 19:8).

[bctt tweet=»«»Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, porque son el gozo de mi corazón» -Salmo 119:111»» username=»iglesiabiblicar»]

«y tu palabra me fue por gozo»

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Autor: Warren Wiersbe
Fuente: BBN
Imagen: Unsplash

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