Debido a que nosotros existimos y fuimos creados, necesariamente debemos aceptar, con o sin nuestra venia, que existe un Creador universal. Y más aún: dado que éste es el Creador de todo, nada ni nadie pudo haberlo creado a él ¿por qué? porque si él fue creado, entonces debe haber otro Creador Universal (anterior) que creó a este. Entonces, debe haber un Primer Creador Universal, único, el creador original que no pudo haber sido creado por ningún otro. Debe ser alguien, entonces, quien ES desde la eternidad (o desde siempre), pues no fue hecho por nadie. Y todo esto podemos concluir con simple lógica, con el uso de nuestra razón.
Ahora, si pensamos en lo que observamos cotidianamente, pronto llegaremos a la irrefutable conclusión de que este Creador, aparte de único, no es una fuerza o una energía, sino un ser que piensa, que siente, que hace, y que tiene algunas cualidades más. Es una persona, infinitamente grande y poderosa, y su nombre es DIOS.