Desde pequeño hubo en casa de mis padres un árbol en Navidad. En ese tiempo mi papá compraba una rama de pino que mi mamá adornaba lo mejor que podía. El aroma a pino, las luces y el pan de pascua siempre me remontan a esos momentos. Conforme se acercaba la fecha, junto a mi hermano intentábamos portarnos mejor. Ingenuamente pensábamos que si no lo hacíamos Santa no pasaría a dejarnos un regalo. Ahora que ha pasado el tiempo y soy padre de tres hijos soy yo quien durante esta fiesta quiere hacer regalos a aquellos que amo.

Seguramente tú también has vivido algo similar. Primero de niño, con la esperanza de recibir un regalo; tomar una caja envuelta en un hermoso papel con una gran cinta de color, abrirla y sacar lo que había adentro. ¡Descubrir el misterio que había dentro de la caja! Y si hoy tienes hijos tambien haces como yo; regalándoles cosas que escondes en hermosas cajas para que ellos, al abrirlas, sean sorprendidos con juguetes, ropa o cualquier cosa que les des por amor.

Con la Navidad pasa algo similar. La Navidad también es como una hermosa caja adornada con una gran cinta y muchas veces no sabemos lo que realmente esconde dentro.
Dice la Biblia que Cristo nació en un pesebre, pero también dice que Él creció, fue a morir en la cruz y resucitó al tercer día. Es decir que Él vive hoy, ya no como un niño sino como el Hijo de Dios. Y si es Hijo de Dios entonces Él puede escucharnos. ¿Te das cuenta como Cristo es el gran regalo de Dios a los hombres? Por eso, en medio de esta fiesta, cuando estés con tu familia y veas los regalos envueltos en lindas cajas, recuerda que la Navidad misma es como una gran caja forrada en papel de regalo, pero que eso no es lo importante sino lo que está oculto adentro: Un Salvador que murió por tus pecados, que hoy vive y está atento a tu oración.
Nadie en su juicio cabal desecha un regalo. Podemos tirar el papel, la cinta, la caja, pero no el regalo. El regalo es lo que conservamos con nosotros. Esta Navidad no te quedes con el envoltorio, quédate con lo que está dentro de la caja, con el bendito Cristo Jesús, el regalo de Dios a la humanidad. Ve a Él tal cual eres, con todos tus problemas y maldades. Ora a Él; ve a Él por perdón y salvación. Si eres honesto, y quieres seguirle…

Él te promete una vida nueva.

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Autor: Ivan Castro
Imagen: Pexels

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