Día 2 Adviento
Cuando María y José dejaron Nazareth para ir a Belén, la razón fue el censo. Pero el hecho de ir y comenzar una vida juntos después de todas las cosas que experimentaron no fue sencillo. María enfrentaba un embarazo y posible parto en un pueblo que no era el suyo. José dejaba su entorno, se hacía cargo de María y recibía a un bebé que Dios le había enviado. Quizás estaba luchando con dudas. Pero ambos habían escuchado lo mismo. Leamos lo Dios les dijo…
«José… no temas recibir a María tu mujer…» – Mateo 1.20
«No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios.» – Lucas 1.30
«No temas». La palabra de Dios es cierta, verdadera y confiable. Cuando Él habla lo más seguro que podemos hacer es confiar. No hay nada más seguro en este mundo que lo que Dios dice. «…mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.» Isaías 40.8
«Ofrezcan sacrificios con un espíritu correcto
y confíen en el Señor.» – Salmo 4.5«Pero alégrense todos los que en ti confían…» – Salmo 5.11
Dios quiere que descansemos en Él, que quitemos nuestro miedo de la inseguridad y el pecado. ¿Confío en Él? ¿Él es plenamente digno de confianza? Claro que sí. Lo que sucedió en Belén fue único, pero la cruz del calvario y la tumba vacía son las buenas noticias del evangelio que nos llenan de gran gozo al saber que nuestro pecado fue perdonado. ¿Confías en Jesús?
«… confiad, yo he vencido al mundo.»
— Juan 16:33
Lo más seguro en toda tu vida es confiar en Cristo Jesús
Fuente: Citas Bíblicas Biblia de Las Américas y Reina Valera 1960. | Matthias