Primero es bueno que sepamos que Dios no necesita nada de nosotros. Aunque suena fuerte, es así. Él es autosuficiente, en sencillas palabras «Él es«. Pero lo cierto es que aunque no necesita de nosotros, nos ama. Suena increíble, es desconcertante, pero es así. Dios nos ama. Él te ama. La dificultad es que no podemos disfrutar ese amor mientras nos encontramos separados de Él. Por esa razón vino Jesucristo a la tierra, para que podamos volver a Dios. Nuestro pecado nos separa de Dios, como dice Romanos 3:23. Por eso Él quiere que seamos salvos de nuestro pecado y del castigo que conlleva el pecado. Es muy alentador leer en 1 Timoteo 2:4, cuando dice que el quiere que tu y yo seamos salvos. Como el quiere eso, nos manda que nos arrepintamos de nuestro pecado. Lee Hechos 17:30. Dios quiere que seas salvo y para eso manda que te arrepientas y te vuelvas a él. Él te ama, se interesa por ti.
¿Que quiere Dios de ti? Que te arrepientas y te vuelvas a Él. Que disfrutes de la vida que Él te puede dar y compartas con quienes están cerca tuyo.
