El poder de la sangre de Jesús y su impacto en la vida cristiana, el perdón de pecados y la lucha espiritual. s lo que repasamos en este estudio Bíblico.
En esta oportunidad estaremos viendo el poder de la sangre de Jesús. «Hay Poder en la sangre de Cristo» cantamos un antiguo coro: «Hay Poder, poder, sin igual Poder. En Jesús Quien murió y resucitó. Hay poder, poder sin igual poder en la sangre que él vertió.»
La palabra nos enseña en varios momentos, en varias porciones acerca de la sangre de Jesús. Por eso queremos tratar y estudiar acerca de esta realidad que tenemos nosotros como creyentes frente a la sangre de Cristo.
La sangre de Cristo actúa en favor de nosotros como cristianos e hijos de Dios.
Aspectos destacados de este estudio bíblico
- La sangre de Jesús es derramada sin culpa por parte del Hijo de Dios. Él no merecía la muerte ya que la muerte es la paga por el pecado. Pero esa sangre limpia de todo pecado.
- Los creyentes somos rociados con la sangre de Cristo al obedecer (1 Pedro 1:2), lo que nos permite acercarnos a Dios con libertad.
- La sangre de Cristo protege, limpia la conciencia y nos presenta santos ante Dios.
- La enseñanza bíblica no respalda el uso de la sangre de Cristo como «amuleto de suerte», sino que exhorta a confiar en su poder para la salvación y la lucha espiritual.
- La sangre de Cristo libera y protege en la vida cristiana, no como amuleto, sino como la base de la fe y la redención.
Aquí puedes ver la predicación en video…
Somos rociados con la sangre de Cristo
Cuando cuando nos arrepentimos, cuando creemos, cuando Dios nos entrega esa salvación bendita por medio de su gracia. Él hace esa obra de regeneración por medio de su Espíritu Santo. ¿Qué garantía usa el Espíritu Santo? la sangre de Cristo que fue derramada en la cruz del Calvario. Eso es sumamente importante de entender, porque Cristo se presenta luego delante de Dios el Padre con su sangre. No como lo hacían los sumos sacerdotes de la antigüedad.
Es algo muy maravilloso encontrar el poder de la sangre de Jesús, porque Jesús se presenta delante de Dios el Padre, no con sangre ajena sino con su propia sangre, así nos enseña el libro de Hebreos. Y Cristo Jesús es aceptado por Dios. Por eso cuando yo estoy en Cristo, también soy aceptado por Dios el Padre, porque la sangre de Cristo fue aceptada por el Padre y yo en Cristo soy acepto en el amado. Así lo enseñó Pablo en Efesios 1:6 «…para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado…»
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Cómo vivir bajo la sangre de Cristo
La sangre de Cristo ya está a favor nuestro, acerquémonos con corazón sincero delante de Dios.
Que el Señor te bendiga y esperamos vernos en un próximo estudio bíblico de esta serie que estamos desarrollando una fe extrema:
